Cuando Patricia Huertas era pequeña, le prometió a su padre que algún día sería escritora. Pasados los 40 y con la tristeza de no haber cumplido su promesa decidió dejar su trabajo y hacer realidad su sueño. Hoy ese sueño tiene un nombre: “Lo que tardé en encontrarme”.

Una narración ágil, fresca y dinámica con diálogos ocurrentes en los que hay mucha verdad. A través de su personaje, Bea, Patricia Huertas nos hace sentir la revolución que está teniendo en su interior, nos hace reflexionar y, sobre todo, pasar un buen rato.

Esta segoviana sin pelos en la lengua maneja bien la ironía y el humor y nos vuelve a mostrar que no hay nada que cure más y mejor que una buena conversación.

Hemos hablado con ella y lo que desde luego nos ha quedado muy claro es que escribir es su pasión y es una necesidad para ella.

 

Disculpa la intromisión, pero la pregunta es obligada ¿es tu libro autobiográfico? ¿se siente Patricia despechada con la sociedad?

Cuando di a conocer a través de mi cuenta de Instagram @lospensamientosdepatricia el proceso de escritura de esta novela y lo que era y ha sido la búsqueda de Bea, se convirtió en la pregunta más habitual. Pensé entonces que era muy importante para el lector conocer cuánto de mí hay en Bea y en esta novela. Para responder hice un post en la cuenta del que extraigo lo más importante “¿Cómo hace uno para separarse de sí mismo? ¿Qué utensilio se utiliza para arrancarse las entrañas? ¿Cómo haces para partirte en dos mientras escribes? Soy incapaz de escribir si me abandono”. Está presencia mía en la novela la describe muy bien un amigo y lector de mi novela que opina “tengo la sensación de oír tu voz narrando”. Me parece tan bonito el comentario y tan descriptivo de mi forma de escribir, que me quedo con él.

 

¿Es “Lo que tardé en encontrarme” tu primer libro?

Primer libro…. escrito, terminado y publicado… sí, pero ¡en mi cabeza desde que soy niña llevo unos cuantos y pesan! Y es que me gusta aminorar la carga pensando que la vida es aquello que sucede entre un mientras tanto… Y otro. “Y mientras tanto, la vida. Y mientras tanto, escribo”. Quizás a estas alturas de mi vida este libro tendría que ocupar otra posición, pero no creo que sea tarde, es como los amores, el primero no tiene por qué llegar en primer lugar. Todo llega cuando tiene que llegar.

 

Hemos leído por ahí que dejaste tu trabajo para escribir este libro, ¿tan grande era tu necesidad de escribir?

No era grande. ¡Era enorme! Es un libro muy añorado, muy querido, muy amado. No me avergüenza reconocer que estaba muy triste sin él, porque un día, de adolescente, le prometí a mi padre que sería escritora… Y ya empezaba a sentirme traidora, no solo con él, sino conmigo. Ya había pasado los 40 y no había cumplido mi promesa. Por eso este libro es mi sueño hecho realidad, no solo ha sido una necesidad escribirlo, sino que ha sido una alegría inmensa poder hacerlo.

Eres de Segovia y sin embargo llevas viviendo en Valencia unos cuantos años, ¿qué te llevó a dejar Segovia?

Me trajo a Valencia el trabajo. En una época de crisis, paro y necesidad y con un bebé de 3 años, debía pensar por los dos. Nunca me arrepentiré del sí que le di a la empresa. Pese a echar de menos Segovia, en Valencia se ha formado a mi alrededor una familia que me quiere y que es maravillosa. Me gusta pensar que lo que atraigo es eso: personas bonitas. A Segovia, en cualquier caso, no se la puede dejar, yo la llevo en mi sangre y en mi piel y la quiero con locura.

“A esta época tranquila y feliz de mi vida la llamaré `verás qué hostia´” esta frase es la que has elegido para acompañar la narración del capítulo
1, ¿por qué?

En mi vida apenas he conocido lo que es la tranquilidad. Por eso, desde que el año pasado empecé a sentirla, no puedo evitar asustarme y pensar…. Ya verás, ya… De ahí que el primer capítulo arranque de esta forma.

Hemos leído la primera parte de tu libro, y hemos visto que, aparentemente, describe lo que podría ser la vida de “cualquiera” ¿es simplemente una novela sin pretensiones, más allá, por supuesto del entretenimiento, o nos espera alguna sorpresa según avancemos?

Las personas se van a sorprender leyendo “lo que tardé en encontrarme” porque cada capítulo es una historia, como la vida. Eso sí, como todo, nada termina hasta que no se lee o se pone la palabra “fin” así que pido encarecidamente al lector que me lea hasta el final. Las sorpresas no dejan de sucederse hasta ese mismo momento.

Imagino que esto no ha hecho más que empezar y que ya tendrás en tu cabeza alguna nueva idea para otro libro, ¿nos adelantas algo?

Yo tuve que quitarme de encima el “síndrome del impostor” ese que dice que tú si, aunque todo lo demás te diga que no. ¡Quién eres tú para escribir? Pero en cuanto
reconocí, ya hace tiempo, que mis letras y mis pensamientos impactaban en los demás, cogí confianza, empecé a querer más lo que hacía…. Y ahora estoy deseando
llegar a casa para escribir la que será mi segunda novela.

¿Qué te gustaría que quedase de este libro en la cabeza de todos nosotros?

Que conformarnos no es la opción y que el aprecio hacia lo que tenemos, el respeto a nuestros valores, y a nuestro pasado, convertirá al presente en un lugar habitable, y hará que el futuro sea un lugar mejor.

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